lunes, 26 de febrero de 2024

Los Errores más Comunes en las Reformas del Hogar y Cómo Evitarlos

En una reforma integral de vivienda se emplea mucho tiempo, dinero y esfuerzo. A lo largo del camino, es frecuente encontrarse con problemas y obstáculos.

Vamos a enumerar los errores más frecuentes que se cometen en la reforma de una vivienda, y te contamos cómo puedes evitarlos. 


Subestimar el presupuesto de la reforma:

Uno de los errores más frecuentes es no calcular correctamente el presupuesto necesario para la reforma integral.

Solemos pecar de muy optimistas y emocionarnos, pensando que con poco presupuesto podremos llevar a cabo todas nuestras ideas. Pero las cosas valen dinero, y es posible que haya imprevistos que aumenten el presupuesto.

Pide siempre presupuestos desglosados y que incluyan todo lo necesario para terminar con éxito la reforma.


No planificar bien la reforma:

Otro error frecuente es lanzarse a la reforma sin un plan de trabajo. Es muy importante contar con un plan claro que incluya el diseño, los materiales necesarios y el orden del trabajo, con fechas de entrega. De esta manera, podrás evitar retrasos y sorpresas desagradables durante el proceso.


No contratar a una empresa de reformas profesional:

Es quizás el error más frecuente, y el que más sufrimiento ocasiona. Muchas personas optan por hacer ellos mismos las reformas para ahorrar dinero, pero esto puede llevar a resultados decepcionantes y un precio más alto a largo plazo (lo barato sale caro).

Otros, contratan a la empresa de reformas más barata que encuentran. Eso, en muchas ocasiones tiene truco. Costes imprevistos, reformas a medias, abandono de los trabajos, chapuzas… Es importante contratar una empresa de reformas de largo recorrido, con prestigio y buenas reseñas de clientes anteriores.


No obtener los permisos y licencias pertinentes:

No obtener los permisos necesarios antes de comenzar una reforma puede resultar en multas, paralización de obras y problemas legales. Es importante asegurarse de cumplir con todas las regulaciones locales y obtener los permisos correspondientes antes de comenzar cualquier trabajo. Una buena empresa se debería ocupar de todo eso. Así como de hablar con los vecinos para que toda la comunidad esté conforme y sin sobresaltos.