¿Cómo elegir el tipo de suelo correcto?
Cuando realizamos un trabajo para la renovación de el suelo de nuestra vivienda o negocio, el primer paso que tenemos que dar el elegir el tipo de suelo que es el ideal para nuestro inmueble. Para tomar la decisión correcta, y no arrepentirnos en un futuro, lo ideal es conocer previamente las distintas ventajas y desventajas que presentan cada tipo de suelo.
Para ello vamos a destacar los 4 tipos de suelo, que nuestra empresa de reforma instala de forma frecuente y explicar sus características que nos permiten conocer si es el idóneo para nuestra vivienda o local.
Suelos de tarima
Los suelos de tarima flotante son la opción más escogida, por aquellas personas que quieren renovar los suelos de su inmueble.
Entre sus principales ventajas están la gran variedad de tonos, acabados, tamaños que permiten ajustarse a los gustos de cada persona. Además disponen de una gran variedad de resistencias, desde la más básicas AC3, hasta las más resistentes AC5 incluso hidrófugas para protegerlas contra el agua y humedad en zonas como la cocina o los baños. En cuanto al precio, hay tantas variedad como modelos, por lo que podemos encontrar la adecuada para cada necesidad y presupuesto.
Suelos cerámicos
Se trata de una alternativa que con el paso del tiempo está cogiendo más fuerza. Esto se debe a que se han implantado dos tipos de suelos cerámicos que tienen mucha demanda. Uno de ellos es el suelo cerámico con apariencia de madera. Con el paso del tiempo se ha logrado que los tonos y texturas se parezcan cada vez más a un suelo de madera, lo que hace que muchas personas se decanten por ella por su atractivo, su dureza y su resistencia.
Otra opción que está muy de moda son los suelos hidráulicos que se suelen utilizar en espacios com los baños o a modo decorativo de mural en otros espacios de la vivienda. En cuanto a precio también hay mucha diferencia según calidad y fabricantes. Para su instalación será necesario tener la superficie del suelo nivelada perfectamente.
Suelos de madera maciza
Es la opción más tradicional, y seguramente la que transmite más calidez a la vivienda. En función de la dureza de la madera, es más resistente. En el mercado encontramos desde las más económicas maderas de pino hasta las duras de nogal o roble.
En todo caso es un suelo que necesita de más cuidados que otras opciones. Este tipo de suelos, pueden instalarse de dos formas, o bien clavado sobre rastrel o encolado, lo que complica un poco su instalación y el nivel del mismo puede subir respecto al existente.
Suelos vinílicos
Es la opción preferida cuando se quiere hacer un cambio de suelo rápido y económico. Es tan sencillo como limpiar la superficie inicial y pegar la nueva. Por lo tanto es de fácil instalación sin necesidad de desmontaje del viejo suelo.
En cuanto ha terminaciones también tenemos muchas opciones, desde aquellas que imitan a madera hasta las que se aproximan a un suelo cerámico. Con el tiempo puede tener más desgaste e incluso despegarse si no se instala correctamente.